¿Qué ocurre en Chile con los incendios en edificios y las evacuaciones en altura?

El pasado miércoles 29 de marzo, un voraz incendio se registró en la comuna de Vitacura, el cual movilizó a 14 compañías y 19 carros para extinguir el fuego que afectó al restaurant Bocacielo, emplazado en el piso 15 de un moderno edificio de Avenida Presidente Kennedy.

Si bien se pudo evacuar a las personas afectadas por este siniestro, los bomberos se encontraron con dificultades que no nos resultan desconocidas a la hora de enfrentar un incendio en altura.

Actualmente en nuestro país, principalmente en la ciudad de Santiago, existen y se construyen grandes edificios. Esto no es novedad para ningún ciudadano, lo que muchos no saben es que, lamentablemente en lo general estas construcciones, no han incluido criterios modernos y actualizados de protección contra el fuego.

A la fecha no hay normas específicas, a nivel nacional, sobre especificación de materiales combustibles que permitan analizar el riesgo de propagación del fuego o de generación de gases tóxicos en caso de incendio en este tipo de construcciones, así como tampoco exigencias sobre el comportamiento ante el fuego. Obviamente esto requiere más recursos e inversión.

Todo esto sucede, a pesar de que Bomberos de Chile está facultado para inspeccionar edificios a partir del año 2009, según la modificación en la legislación vigente.

Y por supuesto que esta institución, que es proactiva, realizó una investigación que involucró a los Cuerpos de Bomberos de la región que respondieron a incendios en altura.

En los resultados del informe “Evacuación de personas en incendios en edificios en altura. ¿Los edificios facilitan la evacuación?”, se pudo determinar que el 94,2% de los edificios siniestrados no facilitaron las labores de evacuación, así como el 100% de los ocupantes lesionados o fallecidos en incendios sufrieron asfixia por el humo y los gases tóxicos emanados por estos incendios.

Esto significa que, a pesar que la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), que indica que los edificios destinados al alojamiento de más de 250 personas, ya sean oficinas, habitacionales, hoteles y clínicas, deben contar con dos escaleras dispuestas: “de manera tal que en cada piso constituyan vías de evacuación alternativas, independientes y aisladas entre sí”, no están cumpliendo con este mínimo de seguridad.

No obstante, cabe aclarar que esta ordenanza establece una separación de sólo 3 metros en el caso de escaleras contiguas y, de acuerdo a los estudios actuales, esta distancia es insuficiente pues el incendio podría afectar a ambas en forma similar.

Sumamos a esto que actualmente no existe una norma nacional que incluya la metodología de diseño, selección de equipos, instalación, pruebas y mantención de los sistemas de presurización de cajas escala (obligatorios para edificios 7 pisos o más), por lo que el estudio de Bomberos de Chile arrojó que existe un importante porcentaje que presenta errores en el diseño y en la implementación.

Los estudios que realizó esta institución arrojaron, además, que los edificios inspeccionados (31 edificios) en la comuna de Santiago, cumplían con el Capítulo 2 del Título 4 del O.G.U.C., última versión del 02/2003, sobre vías de evacuación, y Capítulo 3 de la versión 05/2009 “De las condiciones de seguridad contra incendio”,  pero cabe mencionar que todas las normas chilenas contempladas en el estudio eran válidas desde el año 2003 y que se aplicaron solamente a edificios de 7 o más pisos, que incluye edificios en altura con especificaciones a la construcción, como la zona vertical de seguridad, e incluyen los sistemas de alarmas requeridas para edificaciones de 5 o más pisos y con más de 200 ocupantes.

Si bien el procedimiento de revisión de Bomberos de Chile posee 40 parámetros a observar, para efectos de este estudio sólo se consideraron 8 de ellos, que son los que corresponden estrictamente a la evacuación de las personas.

En Start Fire, hemos estado constantemente preocupados de innovar en nuestro país en cuanto a la tecnología y equipos que ayuden a salvar más vidas, ya sea en equipos de bomberos, como en equipos de prevención y evacuación, buscando salvar más vidas y proteger la inversión de aquellos que se preocupan constantemente por la seguridad, prevención y emergencias.

En este tipo de emergencias, es necesario considerar la evacuación de todas las personas, incluyendo la evacuación de personas que no son autovalentes y que necesitan, por ejemplo, sillas o colchonetas de evacuación. También se deben considerar implementos para ventilar la zona, como ventiladores que permitan el ingreso de aire fresco o la extracción de gases de un área, así como elementos de detección temprana o señaléticas que faciliten la evacuación, entre otros.

Es por esto que cada desastre, o emergencia que ocurre en nuestro país nos impulsa a esforzarnos cada vez más, en capacitarnos para poder implementar estos conocimientos y equipos en quienes están dispuestos ir más allá, obteniendo como resultado final la posibilidad de prevenir, salvando vidas y bienes.